martes, 30 de diciembre de 2014

Paris, mon amour.



Cuando se acerca el 31 de diciembre tendemos a hacer balance del año que pasó, a veces por voluntad propia y otras un poco forzados por medios de comunicación o redes sociales. 

Yo este año estoy relajada de más, diría yo, y aún así también he caído en la chorrada del facebook. Inevitablemente tengo recuerdos del 2014 que, por dolorosos que hayan sido, no me permito olvidar. Ha sido un año donde he conocido a personas increíbles, he evolucionado como persona, como profesional, he disfrutado de mis primeras vacaciones pagadas, he querido, he reído, he llorado, he viajado, he vivido. 

Ha sido el año de mi reencuentro con París. Mi quinto reencuentro, pasados 5 años desde la última vez. Y bien podría ponerme a escribir de la ciudad y de la gente y de mis recuerdos de adolescente allí, pero esto es un blog de moda. Y Paris respira moda en cada rincón. 

Más allá de la importancia histórica de la ciudad con esta industria, hoy os quiero hablar de ese estilo parisino, inconfundible, elegante y natural. Porque cuando las ves a ellas, parisinas adoptadas o por nacimiento, caminar por la calle a comprar du pain, sí que parece que se han puesto lo primero que han visto en el armario y tienen un estilazo envidiable. Y literalmente seguro que es lo primero que han visto en el armario (y no lo que proclaman hacer las egobloggers/modelos frustradas). 

Justamente ayer leyendo una revista leí un reportaje sobre una tal Jeanne Damas, blogger, parisina y convertida ya en it girl. Raro en mí pararme a leer algo así, pero es que me fijé en una frase y supe que, santo de mi devoción o no, la chica tenía razón: "El encanto de las parisinas está en que son naturales, no tratan de ir perfectas". 

Y no puede ser, en efecto, más cierto. Por eso es algo único, porque es natural. Y es que ellas son muy menos es más, muy años setenta, muy despeinadas, muy chic y muy únicas. Tienen algo, un aire, un algo, que las hace ir genial aunque luego eso te lo pongas tú y parezcas un caos. 












Os dejo el enlace a su blog, para que podáis morir de envidia entre sus viajes y demás evento. 

Moving on, al leer el reportaje y reflexionar sobre el estilo de la ciudad más bonita que ha visto el mundo, recordé un libro que vi este año en Urban Outfitters London, y que sigue disponible en Amazon (y que será mi autoregalo de Reyes ya que en su día se me olvidó comprármelo)

"A guide to effortless chic". Así es el estilo parisino: natural, fresco, chic, messy, setentero, sencillo y cómodo. Pensad en cómo emular ese estilo vosotras mismas, pensad 3 cosas. 

Sí, 3. 

Todas (o la mayoría) habéis pensado en una gabardina o trench, las rayas marineras y las bailarinas (o francesitas). También podéis haber pensado en los sombreros, una boina, un moño despeinado, etc. 

Más allá de los clichés hay mucho más que ver y mucho de lo que poder inspirarse para adaptarlo a nuestro propio estilo y forma de vida. Ya sabéis que nunca aplaudiré las copias o las imitaciones. Adoro la naturalidad y que cada una busque su propio estilo. Igual no os gusta el estilo parisino pero os gustan los sombreros. Igual encontráis las bailarinas muy ñoñas pero podéis adaptarlo con calzado que os guste más. Cada una es dueña de su armario

Y como yo soy dueña del mío, y siempre me ha gustado el estilo setentero y los sombreros de ala ancha, os dejo una foto que creo que representa bien como interpreto yo Paris en mi propia piel. 



Fotos sacadas de Pinterest. 
Mi foto sacada por Lucía Arcas en Montmartre (París). Noviembre 2014. 

                              Feliz 2015, prometo seguir detrás de esta pantalla. 



sábado, 11 de octubre de 2014

You got that wrong: "Mi novio me roba los pantalones"

A mí que me lo expliquen. ¿Qué moda es ésta? Se les está yendo de las manos, o se nos está yendo a todos, who knows! 

Creo que muchas y muchos que espero estéis leyendome sabréis ya el porqué del título del post de hoy. Pero os pondré en situación por si acaso no queda suficientemente claro: 

¿Sabéis cuando vais por la calle y de repente ves a un chico - aparentemente normal, con pantalones pitillo? Bueno eso es casi lo mejor que os puede pasar. Ahora pasamos al siguiente nivel: ¿sabéis cuando vais por la calle y de repente ves a un chico - aparentemente normal también, con pantalones tan pitillo que podrían estar en la sección de leggins/jeggins? Bueno, aquí empieza la peste. Pero aún hay más, siguiente nivel: ¿sabéis cuando vais por la calle y veis a un chico - aparentemente normal, no perdemos la fé, con pantalones pitillo tan apretados que podrían estar en la sección de leggins/jeggins, claramente en una talla más pequeña que la que corresponde, y encima remangados hasta la mitad del gemelo? Vale, pues esto es ya lo peor que puedes ver. Aunque pensándolo dos veces no, no es lo peor. Lo peor es darte cuenta de que no es un chico, no es un "moderno", no es un caso aislado. Vienen en masa. Cada vez son más y cada vez los estamos perdiendo más rapidamente. Yo estoy preocupada. 

Pues esto mismo me pasó una noche hace unos meses de vuelta a casa con una amiga. No salíamos del asombro. Y del asombro pasamos a la risa. Y como ella es muy grande, además de deleitarme con un video que vale oro (y que después de subirlo a FB creo que subirlo aquí sería innecesario), me dejó esta frase, que utilizo hoy para titular este post: "Mi novio me roba los pantalones". Grande, Mer. 
 La problemática está planteada, ¿de dónde viene esta moda? De una mala versión de los pitillo. Es como cuando hace años, se llevaban los pantalones extremadamente holgados y con el tiro por la rodilla. Pues igual se traumatizaron con eso de llevar el tiro "por donde tiene que estar" y siguiendo este consejo de madre/abuela/buena-mujer han ido subiendo al tiro hasta quedarse sin él. 
Me gustan los pantalones pitillos para los hombres. Es como para nosotras, cada cuerpo encontrará su estilo de pantalón más cómodo y que más favorezcan, pero los extremos casi siempre suelen fallar.
¿Quién puede llevar los pantalones pitillo? Pues casi todo tipo de cuerpos, aunque la mejor versión para los hombres es la "slim", que no aprieta tanto la pierna ni el tobillo y básicamente, no les hace unas piernas ridículas. Un par de consejos
  • Los cuerpos de estatura media-baja, nada de remangarlos más arriba del tobillo. Es más, el contraste del dobladillo (que suele tener un color más claro) hace que visualmente se "corte" la línea vertical del pantalón y acorte mucho más la pierna. 
  • Los cuerpos de estatura alta y con un tronco muy musculado, ojo, pitillos sí, leggins no! Y si váis "petados" arriba, no podéis ir igual por abajo, no sé si nos entendemos... La versión pitillo más moderada, remangados o sin remangar, en colores oscuros, os sentarán bien. Menos es más. 
  • Nunca colores claros ni desgastados muy marcados. 
  • Nunca remanguéis los pantalones más de 3 cm por encima del tobillo. Queda mal. No tiene más vuelta de hoja. No os empeñéis, que no. 
  • Cuidado con el corte: si es de corte bajo, siempre más holgados, si no os acortará las piernas y os hará un efecto raro en la cadera si no tenéis la cadera estrecha; si es de corte medio, habréis acertado en cualquier caso. 
  • La lycra es traicionera. Pantalones con lycra sí, jeggins para chicos, no. Leggins tampoco.
  • Ojo con escoger la talla. Ceñido sí, apretado no. Remangados sí, pantalones pirata no. Si tiene lycra lo más normal es que al principio os quede muy ceñido y al final acabe cediendo y cogiendo formas raras en rodillas, etc. Evitad que la mezcla de lycra o elastano sera muy alta y siempre escoged la talla correcta. Mirad la cintura y cadera, el tiro y el largo. Cuando se lleva algo que no es de la talla de uno, se nota y queda ridículo.
  • A ver como combinamos las cositas... Cuando los pitillo son ceñidos, la parte de arriba debe contrastar e ir más holgada. Fuera camisetas marca-todo con escote o sin él. Al menos poneos una camisa por encima (sin abrochar, por favor). Con jerséis, camisas o camisetas, todo en la talla adecuada y bien combinado, no habrá de qué preocuparse. 
 Y como a mí me gusta hablar sobre hechos, quiero adjuntar esta sección. "Así sí/Así no". Y vosotros juzgáis! 


ASÍ, NO





 





 ASÍ, SÍ














Las fotos están sacadas del lookbook de Bershka, Pull&Bear y Pepe Jeans London. Espero que me dejéis vuestras opiniones sobre este tema tan tan jugoso, y como siempre, acepto sugerencias, críticas ¡y alabanzas! 

@menosesmasblog
/menosesmasblog 


Y gracias siermpre por leerme, lectores pacientes que aguantáis mis largas ausencias. 




martes, 24 de junio de 2014

Abercrombie & Fitch

Tras meses de "de este finde no pasa", "tengo que ponerme a escribir ya" y otras muchas intentonas fallidas, I'm back. Como el San Juan de la pasada noche. Sin haber pensado mucho en cómo actualizar este blog estrellado, mi cabeza me obliga hoy a no forzarla mucho y a escribir algo sobre la marcha. 

Cuando no sé de qué escribir o cómo empezar, siempre me da por divagar. Sin más, he pensado en lo cómoda que es mi sudadera. La que llevo puesta ahora. Es de Abercrombie. Siendo una marca que amo tanto y que tanto odio me merece por razones que después expondré, bien se merece un análisis en mi blog. 

Abercrombie & Fitch es una marca estadounidense, selecta y con una política más que cuestionable. Mi primer contacto con la marca fue en Londres en 2007. Casualidades y otras razones de por medio, me vi ahí, en el 7 de Burlington Gardens, Savile Row. Pasé un Starbucks de Vigo St, de camino desde Oxford Cr. y Piccadilly Cr por Regent Street, mi calle favorita del mundo entero. La tienda, en un edificio impresionante, se sabe que es una tienda por la entrada de un torso desnudo, un característico olor y normalmente una cola de gente esperando a entrar. Es una parada turística obligada en Londres. No he estado en ninguna otra de las tiendas que tienen por el mundo (que tampoco son tantas), pero imagino que la escena se repetirá. 

Abrumada por la cantidad de chicos guapos (que aparentemente trabajan allí), la poca luz interior y una música propia de un buen club, me vi rodeada de ropa preciosa, un estilo propio, cuidado e irrepetible. 

De las muchas veces que he estado en Londres, tanto de visita como viviendo allí, la primera visita que hago es a Savile Row. Por varias razones: 1. Hay que verlos. 2. Con lo que cuesta la ropa allí, es mejor comprar primero y dejar lo sobrante para las demás tiendas. Eso sí, no vayáis un sábado porque al salir tienes la sensación de ser un vampiro a la luz del día, con resaca de la mala y sorteando turistas sacándose fotos con los modelos de la entrada. 

La promoción la hacen fácil. El prestigio de la marca, con modelos y dependientes que atraen a cualquiera, el olor de Fierce por toda la tienda y la ropa y las bolsas con los torsos desnudos con las que sale todo el mundo lo hacen todo. Incluso siendo unos auténticos gilipollas. 

Lo reconozco hasta yo, que para ellos soy una persona non grata. Su ropa está destinada a un tipo determinado de gente joven. Como los de su tienda. La gente guapa. Y no sólo guapa. Guapa y que parece que han salido de la playa de surfear, de gente feliz porque su vida es maravillosa y todos los días les ilumina el sol de su casa de la playa. Esa imagen es la que venden, e imagino que todos nos sentimos un poco así cuando llevamos algo de la marca. Yo la casa y la playa lo tengo, lo demás no. Al lío, su política en cuanto a mercado objetivo, más allá de poder ser comprensible, es para no ir allí nunca más. No hacen ropa para gordos, como sus tallas ya dejan bien claro, ni para feos. Pero claro, luego llego yo, me compro su ropa, me la pongo y me da todo muy igual. Suck it up

Un estilo único, irrepetible. La calidad de la ropa se paga, pero es cierto que está ahí. Tengo vaqueros de hace años que siguen como el primer día y no será por falta de uso. Y como los vaqueros, las camisetas, las sudaderas o los vestidos. 

Os recomiendo la experiencia, si os gusta el estilo de ropa. Entrad y mirad, observadlo todo. En cuanto a la ropa, chicas y chicos os preguntarán cada poco "Hey how you doing?" y luego si les pedís algo, igual os ayudan o igual no, porque los hay que están ahí para bailar y no para resolver problemas o ayudarte a encontrar lo que buscas. Pero si sois como yo, que prefiero que nadie me ayude y hacerlo todo sola, devolvedles la sonrisa y seguid a lo vuestro. Pruebate todo lo que te de la gana, disfruta de lo bien que huele todo (yo me compré el perfume ya dos veces) y ponte a la cola para pagar. Te dirán que los sigas en FB, Twitter y no sé cuantas más redes sociales. Vuelve a sonreír y sal de ahí. Que hagan lo que quieran, que hagan ropa para quien quieran, yo sigo comprando allí. 

Ahora con la tienda online es una accesibilidad soñada a un nivel que no os podéis imaginar. El pasado abril pasé un fin de semana en Londres y guardé todo el presupuesto de compras para A&F. Dicho y hecho. Una de las cosas que me compré fue la sudadera que llevo puesta, super cozy, más bonita y más cómoda imposible. 

Estilo romántico, boho, desenfadado, cuidado y bonito. Bonito es la palabra. Y para muestra, un botón. Os dejo fotos sacadas de su lookbook en la web www.abercrombie.com. 












domingo, 9 de febrero de 2014

You got that wrong: Violeta by Mango





He seguido la polémica acerca de la campaña de Violeta by Mango. He participado en ella, he firmado la petición para que se retractasen. Lo volvería a hacer. Y otra vez. 



Dicho esto, voy a explicar el porqué. Como chica "con curvas" (una forma muy fina de definirnos a las de tallas grandes) me indigna que se nos venda algo que no es. ¿Y qué es lo que NO es? Mejor lo pongo en una lista, que sabéis lo que me gusta a mí hacer listas: 



No me lo trago

Resulta que ahora a Mango le preocupa un mercado objetivo que hasta el momento había obviado e incluso ofendido tantas veces en tantas y tantas campañas publicitarias, entre otros ejemplos. De repente se pone solidario. Un día el que sea que mande o se le haya ocurrido esto de Mango, se levantó y tomando su café matutino dijo: "¿y las chicas gordas? ¡Cómo me había olvidado de ellas!" Diseñaron toda una campaña. Una marca global como ellos cubriendo las necesidades de un mercado que había estado olvidado y relegado a la indignación. Creyó que nos tenía en el bote. Lo promocionó como si fuese pionero. Pero a ver, había que ponerle otro nombre, no vaya a ser que la gente se crea que Mango hace tallas grandes. No no no. Violeta. Que es "by Mango" pero no es Mango. Hay que diferenciarnos bien. Porque en vez de rediseñar su tallaje y adaptarlo a la realidad de las mujeres, no, ellos mejor hacen otra cosa. Ellos nos venden un catálogo "magnífico" de chicas más "fuertes" con ropa por lo general que deja bastante que desear, como si nos estuviesen haciendo un gran favor. Oh gracias. La chica de la foto que en realidad es una chica delgada pero con más pecho es un claro ejemplo de mujer con problemas para encontrar talla. No sé con qué gafas ven la realidad, o quizá lo que pasa es que no las usan. 


Tallas grandes de la 40 a la 52

Yo a esto no sé si argumentar algo, o dejar que la frase hable por sí sola. Porque es de traca. Una 40 es una talla especial. Ajá. ¡Y tan especial! No hay dos 40 iguales. Pero creo que eso pasa con cualquier talla. Yo si usase una 40 estaría muy cabreada. Y si usase una 32 también. Porque esto de las tallas nos afecta a todas, queridas. Las que vamos por arriba, porque no encontramos. Y las que necesitan tallas muy pequeñas, por lo mismo. Quizá si hiciesen los patrones bien y adaptándolos a cada talla, quizá, se ahorraban todo esto y se ganaban mi respeto. Una talla L para una persona que tenga pecho o la espalda algo más ancha, se puede ir olvidando. Y no tiene por qué estar gorda. ¿Cuántas veces os sirven las partes de arriba pero os tiran en el pecho? ¿Y lo de los brazos? ¿Qué mini-brazos creen que hay por la calle? Habrá de todo digo yo, pero el aumento de talla tiene que ser a todos los niveles. No me vale eso de aumentarle al largo y una milésima al ancho. No es proporcional. Es una brutalidad que metan a tallas como la 40 o 42 en este saco. Después pasa lo que pasa, ves las fotos de la web con la modelo "gorda" posando y le ves las piernas, y esos brazos firmes, y ese vientre plano y dices: WTF? 


Mercado con necesidades especiales. 

Que tenemos necesidades especiales es un hecho, una realidad. Nuestra necesidad es encontrar tallas que se adapten a nuestro cuerpo. Yo como niña, adolescente y adulta, siempre me he encontrado un poco en esa tesitura de buscar ropa en marcas que no son el estilo acorde a mi edad. Te quieren vestir de "señora" (sin ofender). Debe ser que las gordas tenemos un gusto idéntico, oye. Nuestro cuerpo pide otros patrones, no todos los modelos de pantalón se amoldan a nuestros cuerpos, pero ni a los nuestros ni con las chicas delgadas. Una tiene más muslo y más cadera, otra tiene más culo, otra tiene más cintura, etc, etc. Lo que queremos, y estoy segura de que hablo por TODAS y cada una de chicas como yo, es ropa como la que vemos en las tiendas, pero en más tallas. Si quieres, diseña camisetas con corte más favorecedor y menos ajustado, modifica y adapta las tendencias a nuestros cuerpos, a nuestras necesidades. Pero no pienses por nosotras. Nosotras sabemos lo que queremos, tú lo único que quieres es vendernos el toro. Queremos poder decidir lo que nos compramos y ponemos. Mira, te ahorramos trabajo. 


Mayor cuidado de patrones y tejidos. 

Ah, ¿pero que antes no teníais ese cuidado? Las chicas delgadas no merecen ese minucioso control y análisis, ¿no? Yo si fuese vosotras, también me indignaría. Pero vamos a ver, so memos, que es que sois muy memos, sabemos que no cuidáis los patrones, y aún así, os creéis no se quién para poner los precios que ponéis a veces. La calidad es tirando a mala, ¿por qué no empezáis por ahí? Por que yo, como chica de tallas grandes, os aseguro que cuando encuentro una marca donde los pantalones me sientan bien, repito. Y si cuestan una pasta, lo invierto. Y repito. Porque la calidad es buena. Con vosotros, como con tantas y tantas marcas, simplemente lo evito. Una porque no hay quien se meta en según qué prendas, y otra, porque es tirar el dinero. 


Y a partir de aquí, y hasta mi conclusión, dejaré que las fotos hablen por sí solas. Porque con independencia de que hay prendas que me gustan y combinaciones con las que creo que han acertado, hay otras que es mejor ni comentar. Observad si 1. representan a gente de tallas grandes, 2. muestran tendencias actuales adaptadas a nuestras necesidades, 3. ¿no podemos usar tacones? Yo no los uso no porque esté gorda, por aclararlo, 4. ¿marca una diferencia? ¿marca "nuestro" estilo? 















He querido ser crítica por que estas cosas me ponen de muy mala leche. Y porque, si la colección fuese una revelación, si tuviese buen gusto en general, si fuese algo nuevo, algo que llamase la atención, algo cuidado, no se vería así. En España tienen mucho que aprender del Reino Unido en estas cosas. Yo allí, salvo en alguna tienda, jamás he tenido problemas para encontrar talla. De la misma ropa que hay en la 36. Y con mucho más estilo que esto. Y para las que opinéis como yo, os recomiendo ASOS. Más variedad de talla en su colección normal y además una colección de tallas grandes con ropa que sí merece la pena. Y probadas en modelos que más que éstas, representan lo que somos. 



You got that SO wrong.