Escribo esto a lunes. Sé que el sábado estaré demasiado histérica como para escribir nada decente y además hoy llueve a cántaros, así que es un buen pretexto para sentarse tranquilamente y darle a las teclas.
Para quien no lo sepa el domingo emprendo aventura en Londres. Cuestiones de trabajo, todavía no soy rica para irme de vacaciones dos meses. No sé el tiempo que tendré para actualizar esto, pero en cualquier caso, tengo pensadas unas nuevas ideas para el blog durante el verano. Un giro, no demasiado brusco, en lo que venía siendo la dinámica de Menos es Más de forma temporal. Aprovechando que estaré en Londres unas ocho semanas, intentaré captar todo lo que mis neuronas buenamente puedan, inspirarme, sacar fotos, apuntar y capturar la esencia de la moda vista desde una de sus capitales mundiales. Y en base a eso, hacer post más rápidos y ágiles, ¡tic tac! No os lo explico más porque ya lo iréis viendo.
Y como estoy a una semana de irme, y como os podréis imaginar (los que me conocéis), empiezo a estar bastante inquieta, nerviosa, morriñenta y ansiosa a partes iguales. Soy como una bomba de sentimientos y supongo que explotarán todos en el avión de ida. No me importa, porque me gusta volar y los aviones. Lo que no me gusta de volar ni de los aviones es hacer maletas.
Y como bien explica Luis Piedrahita en el vídeo anterior, las maletas las llenamos siempre hasta arriba y de "por si acasos". Yo en eso soy toda una experta. Y aunque de tanto viajar una ya va haciendo maletas de forma rápida y mecánica, los quebraderos de cabeza hasta que la tengo lista no me los quita nadie. Ni mi madre, que a la pobre la tengo amargada cada vez que hago una. Como siempre se arma de paciencia y me acaba convenciendo de que no me paso de los 23 kilos reglamentarios.
Pero empezaré, pues como siempre, por el principio: la planificación. Yo soy tremendamente organizada. No llega a ser maníaco, pero me gusta planificar cosas importantes. Siempre hago una lista. Una lista de cosas que necesito comprar, solicitar, pedir, llevar, etc. Y hago varias listas, conforme voy tachando y me voy acordando de más cosas, lista nueva. Así es más fácil que no se me olvide nada.
Es muy muy importante pensar en la ropa que se va a poner uno/a para el viaje. Buena idea lo de ponerse muchas capas de ropa, con ropa que ocupe para dejar ese espacio libre en la maleta. Por ejemplo, vaqueros, botas, blazers o gabardinas, etc. Mejor llevarlo puesto que la azafata al facturar os diga: "Diríjase al mostrador de ventas para pagar el exceso de equipaje, por favor."
Lo difícil viene a la hora de hacer la maleta en sí. Ese momento en el que la subes a la cama, la abres y dices "Venga, empezamos".
¿Qué meter primero? En el fondo todo aquello que sea de un tejido más duro y aguante el peso del resto de prendas sin arrugarse demasiado. Yo siempre coloco debajo los vaqueros y pantalones (salvo si son de lino, por ejemplo, que deben ir arriba para arrugarse "menos"). Es importante el cómo doblarlos. He escuchado la técnica de enroscarlo todo, que así se arrugan menos y ocupan menos también, y aunque lo he intentado, siempre acabé desistiendo. Soy más del estilo tradicional. Es, como decía, importante doblarlos bien, intentando que vayan lo más estirados posibles.
Segunda capa: todo lo demás, excepto la ropa altamente arrugable como camisas o tejidos muy finos, que es preferible dejarlos para la parte alta. Ahí meteremos camisetas, vestidos, jerseys, sudaderas, etc. Las camisetas las doblo pues como toda la vida, en forma cuadrada e intento colocarlas ocupando todo el espacio en horizontal. Otra forma es, si la maleta es generosa, meterlas estiradas doblando sólo los laterales y mangas hacia dentro. Ocupan algo menos, claro. Las chaquetas de punto básicas las abotono y las doblo igual, o en cuadrado o estiradas, depende del espacio.
Tercera capa: camisas, chaquetas y prendas delicadas. Las camisas, totalmente abotonadas y con el cuello bien doblado, porque se arrugarán de todas formas, pero al menos no llevarán el peso de todo el resto de ropa encima. Las chaquetas es otro rollo. Por ejemplo, las vaqueras como es un poco igual, su facilidad para arrugarse es menor, por lo tanto con estirarlas bien para que no ocupen es suficiente. Las blazers o americanas, cuanto más estiradas mejor. Una buena opción es dejarlas sin abotonar y doblarlas verticalmente por la mitad.
Las esquinas: dan la vida para la ropa interior, calcetines y demás. Los sujetadores están hechos para las esquinas de las maletas. Además, en la copa para rellenar espacio, metes partes de abajo o calcetines y no ocupas espacio innecesario.
Mención especial para el calzado y los demás enseres de higiene y cosmética. Los zapatos y demás siempre en bolsas, para que no ensucien, y si hace falta cada pie en una bolsa diferente, así los podemos ir acomodando por diferentes partes de la maleta. En las maletas grandes que yo tengo hay dos compartimentos separados cada uno por una cremallera así que el calzado lo suelo separar de la ropa, así como los neceseres. Y cuidado con lo que metéis en los neceseres, por ejemplo, champú, cremas o cosas que puedan abrirse y hacer un estropicio. Una bolsita de plástico bien cerrada para evitar males mayores nunca está de más. Nada de llevar cosas en cajas, todo suelto o en bolsas que ocupa mucho menos.
Y un truco, aunque es tan evidente que no creo estar descubriendo la pólvora, el forro de la maleta. Normalmente suelen tener un forro en el que puedes meter cositas, ya que tiene cremallera y se queda escondidito. Muy útil para documentación o cosas planas que ocupen poco.
Pongamos por caso que la maleta que está lista es la que vamos a facturar. Sin problemas con el tema de líquidos y los 100 mililitros. Si es equipaje de mano, ojo con eso. Sé que casi todo el mundo ya domina ese tema pero aún así hay veces que la gente me lo pregunta. Puedes llevar tantos frascos y "líquidos" (se incluyen máscaras de pestaña, brillos de labio, pastas dentales... es decir, todo lo que sea en gel o tenga textura no-sólida) como te de la gana, eso sí, que ninguno de ellos de forma individual supere los 100 mililitros. Ahora es muy fácil adaptar eso porque las marcas ya comercializan frascos "de viaje" y si no siempre los podremos comprar vacíos en tiendas y rellenarlos en casa. Mejor llevarlos en un neceser todos juntos (transparente o no) o una bolsa por separado ya que os los harán sacar para pasar por el detector. Muy útil. Hay aeropuertos en los que fácilmente van a dejarte pasar con un frasco que contenga más, pero si es algo de valor, es mejor no arriesgarse.
Y hablando de arriesgarse: nada de muchos "por si acasos". Ocupan y hay cosas que sabemos perfectamente que no vamos a utilizar. Intentad llevar ropa básica para que sea polivalente. Por ejemplo, una chaqueta básica de color beige nos va a dar más con todo y nos podemos ahorrar llevar dos más que combinaremos más difícilmente. Muy importante llevar colores neutros también y prendas que sepáis que podéis combinar. Lo de "este vestido me lo llevo, que aunque no tenga nada para combinarlo algo se me ocurrirá..." Al final no vas a encontrar nada y no va a oler la calle. Yo soy la reina de llenar maletas aunque sólo vaya a dormir fuera una noche, pero a veces hay que razonar un poco más. Que dices, ¿y si un día hace frío? Pues mira, te pones capas o te compras algo allí, no me voy a llevar una trenka ni por asombro. O, ¿y si para salir por ahí me apetecen los tacones? A ver, si a mí me da pereza ponérmelos aquí, ¿me va a apetecer ponérmelos allí? Ocupan y pesan, mejor se quedan en casa. Cada uno de nosotros sabemos qué nos pondremos y lo que es puro capricho, y aconsejo en todo caso dejar los caprichos para la vuelta, que necesitaremos siempre más espacio...
Que esa es otra, contad con que para la vuelta la maleta va a necesitar más capacidad. Es decir, algo siempre nos compramos. Si no es un souvenir es una camiseta o una falda, así que hay que ser estrategas hasta en eso. Y pagar kilos de exceso en vuelos domésticos tiene un pase, pero os aseguro que fuera del país el kilo se paga, y caro. Siempre podéis topar con una azafata o azafato majos que pasen de hacerte pagar, pero como se pongan exquisitos, no te perdonan ni una. Os confesaré que, durante mi experiencia trabajando en un aeropuerto ya hace años aprendí muchas de estas cosas. Y aunque hay cosas que cambian, ésta no es tanto así. Lo reglamentario son 23 kilos, a mayores se puede pagar exceso de equipaje hasta un máximo de 32. A partir de los 32, ni pagando. A mí cuando me tocó estar en mostradores de facturación, como no me daban un plus por kilos en exceso cobrados, era bastante benévola. Las compañías de bajo coste suelen intentar sacar bastante tajada de eso así que ojo. Y si veis que la azafata tiene mala cara y puede tener un mal día, cambiaos de cola.
Y diréis, con lo bien que explicas cómo hacer una maleta, ¿por qué eres un caos a la hora de hacer la tuya? Ay, porque lo quiero meter absolutamente todo. En el siguiente post os contaré qué tal llegada la hora, a ver si me aplico el cuento.
Aquí os dejo un par de enlaces de Elle sobre cómo hacer maletas para irse de vacaciones. A mí no me arreglan mucho pero son interesantes:
Después de este post, más bien de utilidad y poco de moda, quiero hacer mención al título. "Uno". Este post, hoy, el día que publico, 16 de junio de 2012 cumple un añito. Y quería dar las gracias a todo el mundo, a los que me habéis seguido más activamente, a los que no, a los que os aburre y pasáis de leerlo y a los que esperáis los post con ganas. Gracias porque entre todos vosotros he conseguido ese más de 11.000 visitas que aunque puedan no ser muchas en el mundo blogger, a mí me encantan. Esto empezó como un hobbie, como una distracción en una mala época, como propia medicina de algo que siempre me ha apasionado y sigue siendo eso. He descubierto cosas y un mundo que me interesa en parte, he tenido algún casi cameo profesionalmente y aunque no haya quedado en nada, a mí me ha hecho mucha ilusión. Me sigue fascinando que la gente crea que puedo aportar algo. Me sigue pasando en mi adoptada profesión y me pasa aquí. Gracias.
Esperando o seguinte!
ResponderEliminarQue teñas boa viaxe e a pasalo ben dentro do que poidas.
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