Especial Navidad & Fiestas: Womenswear - Parte I

Cambio de rumbo. Llegan las navidades y con ellas, y aún con mi ya reconocido poco espíritu navideño, el final de otro año. Inevitablemente creo que todos hacemos balance, esperando con más ansia o menos que termine un año para empezar otro lleno de nuevas metas. Objetivos que pocos cumplirán, pero es importante el simple hecho de tenerlos. Los míos los tengo bastante claros, y no ha sido muy difícil: el 2011 ha sido un año muy duro a nivel personal. De las pocas cosas buenas ha sido este blog. Empezó como una distracción y cada vez me alegro más de haberme puesto a escribir ese 16 de junio. 


Lejos de ponerme melancólica, hago una reflexión. Cuántas veces no habremos dicho "el próximo año miro el vestido de nochevieja en septiembre" o  "el vestido del próximo año va a ser para poner cualquier día". Mentira todo. Y lo peor es que cuando lo decimos nos lo llegamos a creer. Mentirosas compulsivas que somos. Creo que podríamos contar con los dedos de una sóla mano las veces que hemos cumplido con nuestros propósitos. Sin ir más lejos, yo nunca me preocupo por la ropa de nochevieja hasta que llega diciembre y saltan las alarmas. Lo de que el vestido que me compre será para poner más veces... para poner más veces son, lo que pasa es que no me ha dado por ponérmelos. Como "el próximo cuatrimestre estudio todos los días", que tienes intención, pero se te esfuma sin saber muy bien por qué... 


Este post va por todos esos dilemas navideños. No sólo para Nochevieja, si no para estas fechas en general. Son fechas de cenas de amigos, de empresa, cenas de ex-alumnos, cenas familiares en Nochebuena, comidas en Navidad, etc. Cada tipo de evento requiere que prestemos atención para acertar de pleno con la vestimenta. 

Siempre que se nos presente un evento especial hemos de tener en cuenta tres cosas, en riguroso orden:

• El tipo de evento al que vamos y dónde se celebra.
• Nuestro cuerpo. 
• Las tendencias. 

¿Qué me pongo?


El primer bloque de este post se centra en, obviamente, la vestimenta. 


El tipo de evento al que vayamos es lo que primero hemos de tener en cuenta para preparar nuestro look. ¿Ambiente familiar o formal? ¿Comida o cena? La mejor opción: básicos clásicos. ¿Por qué? Por que son atemporales, elegantes y polivalentes. Imaginaos una blusa blanca, por ejemplo. Primera situación: una cena de empresa; el ambiente es tirando a formal por lo tanto es mejor optar por un look sencillo y arreglado. Me pondría la blusa blanca con un collar corto bonito, metalizado o con algún toque de color, unos chinos en color camel, bailarinas o brogues en negro y un cárdigan de lana grueso en color burdeos, por ejemplo. Elegante sin perder la sencillez. Otra situación: una cena con amig@s; el ambiente es totalmente informal y es la ocasión ideal para arriesgar y darle al look un toque más desenfadado. Me pondría la misma blusa blanca con unos shorts vaqueros rotos, medias color burdeos, botines acordonados planos o de cuña en negro o camel y una cazadora de piel o perfecto negra. 


Aquí os dejo varias fotos con looks de Chloé, Zara y Naf Naf, perfectos para cenas de empresa o eventos formales: 

Y aquí más de Zara y Pepe Jeans London, ideales para eventos más familiares y entre amigos: 

Pongamos el caso de Nochevieja. Cena familiar o con amigos y fiesta después. Yo apostaría siempre por un Little Black Dress. En cualquiera de sus variantes, sigue siendo el Rey de los vestidos. ¿Por qué Little y no un Maxi dress? Porque, salvo que vayamos a una fiesta estilo gala con un protocolo muy muy formal, no pega en absoluto. Si no queremos arriesgar con el Little, un corte Midi a media pierna y listo. Un look con LBD ganador para mí sería: LBD de cuello barco, manga 3/4 de pailettes o pequeñas lentejuelas en negro; medias tupidas en metálico dorado, unos stilettos negros clásicos, pendientes sencillos y un brazalete en dorado y algún toque de color, por ejemplo, verde botella o color burdeos. El look lo completan un bonito abrigo negro y un clutch o bolso de mano, por ejemplo, a juego con los detalles del brazalete en verde botella o incluso en dorado a juego con las medias (si no, uno negro nos salva de cualquier situación). Otro look: minifalda (falda midi si no queréis o no os favorecen las mini) negra, blusa con cuello bobo en verde botella (cuello en negro) y botones a la espalda (quedan preciosas), medias tupidas o negras o verdes, stilettos / botines a ras de tobillo con tacón / bailarinas joya (si lleváis falda midi, mejor usar algo de tacón, ya que el mismo corte de la falda nos acortará las piernas), blazer negro o abrigo estilo trench corto y clutch dorado con cadena. El último look, para las que no quieran enseñar pierna: traje negro, blusa en crudo con vivos negros, unos stiletto y clutch con algún color como el burdeos o en metálico. La clave de este look tan sobrio es dar color con complementos como el clutch, los pendientes o las pulseras. El maquillaje (del que hablaré más adelante) también ayuda mucho. 




Aquí os dejo fotos de looks de Zara, Chloé, Naf Naf y Stradivarius: 

El segundo elemento a tener en cuenta y es inmediatamente lo más importante después de saber qué se celebra y dónde, es nuestro cuerpo. No todo nos queda bien. A poca gente todo le queda bien. Lo normal es que no seas una de esas afortunadas, y si lo eres ¡ya puedes vestirte bien! El caso es, siempre tenemos puntos fuertes. Debemos destacarlos y potenciarlos e intentar disimular aquello que no es nuestro aliado. Por ejemplo, una persona bajita. Tienden a pensar que o se suben a unos tacones o no serán tomadas en serio. Pues bien, eso sólo denota una cosa: falta de seguridad. Porque los tacones tampoco son válidos para cualquier tipo de evento. Más que centrar la atención en subirse unos centímetros han de pensar qué ropa les hará crecer esos centímetros que desearían tener sin hacer sufrir a sus pies. 
Pongamos ahora por caso otra circunstancia completamente diferente, una persona con muy poco pecho. Lo importante no es tener pecho o no, medir 1.80, lo que importa es que estés agusto y asumas tu situación porque si no te puedes amargar de por vida. Con lo del pecho, hay todo un drama a su alrededor. Ahora con los super push-ups parece que han visto la luz, pero me sigue pareciendo lo mismo: no aceptarse. Hay por ejemplo, escotes y vestidos que quedan mucho mejor a gente con muy poco pecho que gente con mucho. Por ejemplo, vestidos con cuello barco, muy elegantes y bonitos. Otro: las transparencias. Una persona con poco pecho se pone una blusa un poco transparente que se le ve el sujetador y bueno, para gustos colores pero oye, no le queda mal. ¿Por qué? Porque no es vulgar. ¿Qué pasa si a alguien con mucho pecho le pones esa blusa? Muy vulgar. Si tenéis poco pecho, utilizad partes de arriba con escotes y cortes que os favorezcan y centrad la atención en otra parte de vuestro cuerpo, ¡es muy fácil!  
Y en el último supuesto, dos casos diferentes. El primero, una persona muy delgada. Escapa de las cosas entalladas que sólo acentuarán tu falta de curvas y opta por prendas más sueltas y caídas, porque aportan volumen. Si es un vestido, uno tipo globo o con volantes a partir de la cintura seguramente te quede de miedo. Si los hombros son demasiado poca cosa, tápalos y luce tu super cinturita con un bonito cinturón por encima de una minifalda con vuelo y corte a la cintura. El segundo caso, una persona gordita. Escapar de cosas terriblemente flojas, buscar cortes ligeramente, y muy ligeramente entallados y colores más bien oscuros. Si por ejemplo tienes mucha cadera, opta por un pantalón de traje negro de corte recto, stilettos en negro, blusa en verde botella y blazer largo, siempre largo. En cuanto a vestidos, buscalos con corte por debajo del pecho y flojos después, estiliza mucho. 


Lo último que debemos tener en cuenta son las tendencias. ¿Por qué? Porque seguirlas está muy bien, pero hay cosas más importantes (véase los dos puntos anteriores). Es decir, teniendo en cuenta el evento al que vamos y las características de nuestro cuerpo adaptaremos por último las tendencias que más nos favorezcan y vayan acordes a la situación. Para estas fiestas, apostaría siempre por colores clásicos y neutros como el negro, blanco, rojo, azul marino y gris. Apartándonos de los básicos, entran en escena dos claros esta temporada: el rojo burdeos y el verde botella. Muy favorecedores al ser gama oscura de color y que nos darán un toque más chic al combinarlos con los básicos como el negro o el blanco. En cuanto a otras tendencias, destaco los volantes, el estampado floral, el encaje o crochet y el cuello bobo (también llamado cuello bebé) Jugad con los volantes en zonas que no ensanchen vuestras formas, por ejemplo, si tenéis la espalda ancha, nada de mangas con volantes ya que os harán los hombros más volupuosos. El estampado floral sienta bien a todo el mundo, sólo habéis de encontrar la combinación de colores que más os favorezca. En cuanto al encaje o crochet, mejor sin demasiadas transparencias y en tonos oscuros, queda muy elegante. Por último el cuello bobo, al cual adoro, es una muy buena combinación en blusas y vestidos, un punto muñeca e inocente que podemos contrastar con accesorios más atrevidos y arrasar. 


Os dejo fotos de un vestido de Zara color burdeos, combinado con unas botas acordonadas, muy desenfadado, y un look con blusa estampada y blazer en crochet. 

Antes de seguir con el siguiente bloque quería destacar dos cosas muy importantes:

• Cuidado con las medias cristal. Vamos a ver, yo las odio, siempre uso medias tupidas al máximo o como mucho negras un poco más finas; o de colores. Si usáis medias transparentes habéis de saber que no van bien con todo, que no son más elegantes, que las celebrities que véis en las fotos normalmente van sin medias y que si váis a ponéroslas de todas formas: por favor, que no brillen. 
• Cuidado con los accesorios. Lo de "pendientes pulsera collar anillo" no funciona bien. Hay que jugar con el "menos es más". Si lleváis pendientes que resaltan mucho, no los eclipseis con otro collar, optad mejor por una pulsera discreta o un bonito anillo, y viceversa. Los excesos no son buenos. 

¿Cómo me maquillo? 


Hemos de tener en cuenta siempre un par de cosillas. La primera, menos es más también aquí. La segunda, cada ocasión también requiere un maquillaje diferente. Tercero, más allá de las tendencias, lo que hay que priorizar es resaltar nuestros puntos fuertes y suavizar el resto. 


Toda sesión de maquillaje ha de empezar con una buena limpieza de cutis. Hay varios pasos básicos:

• Limpiar: utilizando siempre desmaquillante especial de ojos, leche limpiadora para la cara y eliminando los restos de ésta con tónico. Mi desmaquillante de ojos es de Roc, así como la leche limpiadora. El tónico es de Avène para pieles secas y sensibles. 
• Hidratar: usar crema hidratante acorde a nuestro tipo de piel. Si fuese necesario, utilizar también crema de contorno de ojos (yo por ejempo tengo que usarlo porque esa zona la tengo extremadamente seca y sensible) Uso crema hidratante Cold Cream de Avène o Superdefense de Clinique. 
• Corregir: usando corrector de un tono acorde a nuestra piel. Es muy importante la forma de aplicarlo. Yo lo aplico con pincel y hago que se funda con la piel dando pequeños "toquecitos" con la yema del dedo. ¡No os lo apliquéis arrastrando! El efecto será de mapache. Practicamente todos mis productos los compro en Bobby Brown, una gozada de marca, de personal, de asesoramiento y de calidad. Mi corrector es el color Honey de Bobby Brown. 
• Base de maquillaje: un tono acorde con nuestra piel, que la unifique pero evitad cualquier tipo de efecto bronceado porque es lo más antinatural del mundo. No sólo apliquéis maquillaje por la cara, no os olvidéis del cuello, o la diferencia de tono puede notarse mucho. No uso base de maquillaje nunca, y si la uso, tengo una de Estée Lauder super hidratante que va genial. 
• Polvos: yo uso polvos de sol de Bobby Brown como mi maquillaje en general, salvo en contadas ocasiones. El efecto es muy natural y nada recargado, ideal para el día a día. Mi tono es Golden Light en invierno y otros bastante más oscuros en verano, también de Bobby Brown. 
• Ojos, labios y colorete: Suelo perfilar los ojos con lápiz o eyeliner, bien en negro o en otros colores: verde, azul, morado. En el párpado móvil intensifico el color y debajo de las pestañas inferiores suelo aplicar un color más clarito para iluminar la mirada y agrandarla, normalmente con destellos metalizados. Si hago esto, los labios van con gloss transparente o algún tono nude o rosa. Si quiero darle protagonismo a los labios, perfilo solamente el ojo en el párpado móvil y le doy bastante al rimmel. Ideal si quieres llevar los labios rojos o en un color fuerte y no parecer un cuadro. El colorete, siempre muy sutil y en tonos rosa o melocotón, muy suave. 
• Iluminar: ¡el iluminador es muy importante! Aplicadlo en la zona superior del pómulo y exterior del ojo, así como un toque en el lagrimal. Lo mismo que el corrector: si es en crema, aplicadlo a toquecitos. 

Obviamente, si el evento al que vamos es de día, el maquillaje debe ser muy natural y nada recargado. El protagonismo debe ir en los ojos y un tono de labios suave, para no recargar. Si es de noche y queremos arriesgar tenemos varias opciones: dar el protagonismo a los ojos o a los labios. Si se lo damos a los ojos, optad por hacer el efecto smokey o difuminado, con toques metálicos en plata vieja o dorado y dejad los labios con gloss clarito. Si queremos resaltar nuestra boca, los ojos mejor ligeramente perfilados, con mucho iluminador, algún toque de brillo, rimmel y una barra de labios jugosa y de tonos: rojo, burdeos, vino, fucsia, etc. Atención a esto, los tonos hay que probarlos. No todos quedan bien a todas. Si tenéis los labios finos, es mejor que no utilicéis tonos oscuros ya que os los harán más finos todavía; mejor uno o dos tonos por encima de vuestro tono natural de labios y mucho gloss en el centro. Si tenéis los labios normales o gruesos, los colores fuertes os sentarán bien y os la enmarcarán genial. Si usamos brillo, extendido por todo el labio, no sólo en el centro. 

¿Cómo me peino?

Esto será breve. Depende mucho de lo que os favorezca y de lo que llevéis puesto. Yo opto siempre por lo natural y sencillo, y hay pocas cosas más sencillas que una melena, larga, media o corta suelta y brillante. Por eso, si queréis optar por llevar el pelo suelto, lo importante es que brille y tenga forma. Fuera efectos recargados y aplastados o artificiales. Yo siempre opto por llevarlo suelto, ondulado de forma natural (lo tengo así) y si me apetece, puedo hacer alguna trenza de raíz ladeada dándole un toque romántico. También podéis usar alguna diadema o incluso horquillas con algún toque joya si la ocasión lo requiere. 

Si queréis mejor llevarlo recogido, me gustan mucho todo lo que sea desenfadado. Un moño algo despeinado, una trenza ladeada y con mechones sueltos, etc. 

Importante: da igual que se lleve la raya al medio, si no os queda bien, ¡no os la pongáis! Y llevar un recogido como si fueseis la novia en una boda no hará que vayáis más elegantes, porque como la ocasión no sea buena o la combinación sea un desastre, da igual las horas que vuestra peluquera se haya pasado con vuestro pelo. Consultadla y pedid consejo a los profesionales, que para eso están. Y ya sabéis, siempre siempre Menos es Más. 

Este post se ha hecho largo, pero la ocasión lo requería, ¿no? En pocos días la versión masculina y ¡a disfrutar de las fiestas!

Si tenéis alguna duda no dudéis en comentar en el blog o escribirme un e-mail a: menosesmas87@gmail.com